Jornada especial en la Cárcel de Tocoron donde cada privado de libertad recibió una palabra de vida que los concientizó a buscar al señor Jesús como Salvador.
Muchos tomaron la decisión de bautizarse en las aguas, arrepintiéndose de sus pecados.
Además contaron con servicio de enfermería, barbería y la entrega de libros para alimentar su espíritu.