Un cierto hombre que tenía bastante dinero y solo vivía con el deseo de batir varios records mundiales, un día decidió hacer una caminata de Madrid (Espanha) hasta Varsovia (Polonia).
El preparó una pequeña mochila, y armado con su cartera y su tarjeta bancaria de platino, comenzó su camino. El no estaba con prisa, entonces decidió ir con bastante calma en su viaje y disfrutar de los paisajes y de las personas que conocería en su transcurso en varios países.
El tenía tambien consigo su mapa para regularmente comprobar que estaba en el camino correcto y que eventualmente llegaría a su destino.
En un cierto momento al mirar su mapa, el decidió tomar un camino un poco diferente que solo lo desviaría 1 grado de su camino original. El pensó: “Con seguridad que 1 grado no hará ninguna diferencia para llegar a mi destino”.
Después de meses de caminar y en el momento exacto en que tendría que haber llegado a Polonia, el se dió cuenta que había llegado a Turquía. “Cómo pudo esto haber sucedido” – El se preguntó. Fue en ese momento entonces después de haber considerado aquel grado de divergencia que había tomado en su camino, que el entendió: lo que empieza en una pequeña divergencia acaba en un destino completamente diferente.
No deje que nadie le cegar de su blanco o destino. No se separe de su encuentro con Dios debido a las corrupciones de este mundo.
Solamente sé fuerte y muy valiente; cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas.
Fuente: familiaunida.es