Las drogas me llevaron al fondo del abismo, habían muchas peleas entre hermanos, esto hacía que mi corazón estuviese lleno de odio. Ingería mucho alcohol, consumí crack, perico, marihuana y muchas otras sustancias.
Ya no sabía qué hacer ni a dónde ir, porque me sentía desesperado. Recibí una invitación para asistir a la Universal al Tratamiento para la Cura de los Vicios. Participé en este tratamiento y recibí la ayuda que tanto necesitaba, poco a poco Dios me fue fortaleciendo hasta llegar al punto de aborrecer las drogas. Gracias a Dios ya no necesito ningún vicio para sentirme bien, mi familia está restaurada y bendecida y puedo testificar que los vicios, si tienen cura porque yo logré liberarme.
Jackson Urbano