
Medita en estas orientaciones y ponlas en práctica
Mira cuáles son:
1) Ser menos emocional: «Porque las emociones suelen debilitarnos. Las emociones tienen su razón de ser, tienen su lugar, tienen su tiempo, tienen su finalidad», señala el obispo, añadiendo que las emociones son de naturaleza humana, pero que hay que situarlas en el contexto adecuado. ¿Cuántas personas, por ser emocionales, no hacen lo que necesita ser hecho, porque se sienten presas de sus sentimientos?.
«Ser paciente es mejor que ser valiente; es mejor dominarse uno mismo que tomar una ciudad.»
Proverbios 16:32 RCV
2) Comprender que ser fuerte es una elección: Usted elige serlo. Una vez más, no tiene nada que ver con el sentimiento. A veces se sentirá fuerte. Pero muchas veces no sentirá nada. Y, sin embargo, permanecerá fuerte, pero porque usted eligió serlo.
«Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna.»
Salmo 73:26
3) Necesitas elegir, correctamente, las palabras que entrarán en tu cabeza: Lo que consumo, mi cuerpo lo usará para trabajar y producirá grasa, colesterol alto, me perjudicará el nivel de azúcar en la sangre y la presión arterial. Porque estoy ingiriendo lo que no es bueno. Con la mente es la misma situación. Solo que la comida de la mente son las palabras. Puede hacer una limpieza en su celular y de sus redes aquello que no aporta nada a su vida.
«Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.»
Filipenses 4:8
Conclusión:
Así que llena tus pensamientos de contenido productivo y, sobre todo, del Mensaje de Dios. Pon en práctica estas tres actitudes y evalúate.
¿Ya leíste? Pierda o gane, el hijo de Dios mantiene su esencia