Combatir la escasez de harina precocida pasa por poner a funcionar al 100% las plantas procesadoras de maíz blanco.
También pasa por resolver el déficit que el país tiene en la producción del maíz blanco que requieren esas plantas.
Desde 2007 a 2012, la producción local de maíz blanco cayó 41%. En 2012 la producción fue 772.853 toneladas, lo que representó 55% de las necesidades que tiene la industria para producir harina precocida.
El Ministerio de Alimentación importó 551.000 toneladas del cereal, es decir, 40% de la demanda nacional, según su Memoria y Cuenta.
Fuentes como Rodrigo Agudo, experto agroalimentario, y Gustavo Moreno, presidente de Asoportuguesa, señalan que es posible en 6 años recuperar la autosuficiencia en maíz que hubo hasta 2007.
Hasta ese año el país produjo más del maíz blanco necesario. «Hasta generamos excedentes», dijo Antonio Pestana, presidente de Fedeagro.
La soberanía de este maíz se puede alcanzar si se tienen precios rentables, se invierte en tecnología y si se da seguridad jurídica y personal.
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