Es un viejo cliché pero no deja de ser cierto: nunca es tarde para recomenzar. Y el mejor momento para recomenzar es siempre ahora. He aquí algunas preguntas para ayudarlo a organizar sus pensamientos y su vida comenzando… ya:
- ¿Cuál es su principal preocupación en este momento? ¿Puede hacer usted algo al respecto? Entonces vaya y hágalo. ¿No hay nada que hacer? Entonces esta debe transformarse en su última preocupación.
- ¿Con quién necesita usted conversar de algo muy importante? ¿Qué está esperando?
- ¿Ya habló con Dios hoy? ¿Habló realmente, o solamente pensó? Si todavía no lo hizo, aparte 5 minutos, vaya a algún lugar privado y quédese a solas con Él. Será el momento más provechoso de su semana.
- ¿Cuál es la actividad o hábito poco útil que le ha robado su tiempo para hacer cosas importantes? Decida no entregarse más a eso; cada vez que venga la tentación, enfóquese en lo que es importante.
- ¿Cuáles son las tres cosas principales que usted quiere alcanzar hasta el viernes? Escríbalas en un papel. Ahora.
- Mire su calendario o agenda para esta semana y la próxima. ¿Todos sus compromisos están agendados? ¿Hay alguna cosa para preparar para hacer con anticipación?
- ¿Cuándo pasará usted tiempo esta semana con la/s persona/s más importante/s en su vida? ¿Cómo? ¿Haciendo qué?
No tenga miedo de responder estas preguntas. Una hora invertida ahora pensando activamente sobre ellas, le ahorrará días de frustración y desperdicio.
Experiméntelo.