Muchos están constantemente viviendo en la práctica del pecado, se han dejado llevar por la voz del mal que los ha convencido de que sus errores serán perdonados por Dios y han preferido olvidarlos, dejando así de cuidar de su salvación. Los que piensan de esta forma, desconocen la Palabra de Dios, que afirma:
«Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo» Romanos 14:17.
Según el Obispo Macedo el ser humano ha abusado mucho del amor de Dios, de su paciencia, de su compasión, y, tal vez, por eso mismo, ha omitido el mensaje del Evangelio, negando la fe total en el Señor Jesucristo, marginándose de Dios. «Creo que, en el fondo, él cree que la misericordia divina cubrirá todos los errores y pecados, y que Dios no tendrá coraje de lanzar a todos «los hijos» desobedientes al lago de fuego. Y, apoyado en las misericordias de Dios, se olvida de que Él antes de ser amor, misericordia, bondad, etc., es justicia, y, a fuerza de la propia justicia estará impedido de justificar a todos, porque Él no podrá permitir que el injusto reciba el mismo tratamiento que el justo; que aquellos que dieron su vida a causa de su fe cristiana vivan la eternidad con aquellos que les quitaron su vida a causa de la propia fe.
Quiere decir: la paz y la alegría no podrán existir en el reino de Dios, si antes no existe la justicia, pues, aquellas dependen directamente de ésta”, destaca el Obispo.