Apostamos al amor y Dios obró en nuestra relación

Marilyn-Walter

“Vivíamos como una pareja normal en la cotidianidad de los días, pero de la noche a la mañana esta normalidad se vino abajo, al saber que mi esposo me estaba siendo infiel. Todo esto trajo mucho sufrimiento y por ende la relación no podía seguir igual” así nos comenta la señora Marilyn.

Por otro lado, el señor Walter quien se la pasaba en bares nos dice: “En medio de ese ambiente de vicios y distracción comencé hacerle infiel a mi esposa, no me importaba ya nada y lo único que me hacía feliz era estar fuera de la casa” La confianza se perdió, se enfrió el amor, no había intimidad. Se convirtió en una relación muy sensible.
“Mi esposo recibía muchas llamadas de otras mujeres, esto hacía que yo sufriera en silencio. Recuerdo que le pedía a Dios que me mostrará el camino que debía seguir. Un día me levanté temprano y le dije a mi esposo que fuéramos a la Universal. Fuimos y recibimos una muy grata atención, empezamos a perseverar y a poner en práctica aquello que íbamos recibiendo.

No fue fácil pero siendo constante, apostamos al amor y luchamos por él. Gracias a Dios somos un matrimonio restaurado, lleno de paz, comunicación y fidelidad pues abandonamos aquello que nos hacía daño y que nos estaba llevando al fracaso”.

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