“En un principio mi familia se oponía al matrimonio ya que éramos muy jóvenes y pese a esta contradicción decidimos casarnos y junto a esto llegaron las peleas y los conflictos; cuando estábamos lejos extrañaba a mi pareja y cuando estábamos cerca, era un conflicto tras otro. No había comprensión y para solucionarlo acudimos a la brujería y a todo el campo que lo engloba», nos relata la Sra. María.
Por otro lado el Sr. Jorge comenta “que era una persona cerrada, poco comprensiva y evadía las discusiones y lo que hacía era huir de ellos y cuando tenía tiempo, lo dedicaba solo para mí”.
Ambos luchando en las Concentraciones de Fe y Milagros, aprendieron a usar la fe y a cambiar la situación en la que se encontraban, dejando que Dios dirija sus vida y su matrimonio; y fue a partir de allí que todo cambió y hoy son muy felizes, y los problemas que tenían anteriormente, ya no hacen más parte de sus vidas.