«Argo» hace historia en el Oscar

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Con 25 años, Ben Affleck era una joven promesa de Hollywood. Acababa de obtener su primer Oscar por el guión de «El indomable Will Hunting», siendo el ganador más joven de la categoría, y los proyectos le llovían del cielo en una industria ávida de rostros bonitos. Pero un lustro después, tras el fracaso de «Gigli» y su ruptura con Jennifer Lopez, el actor no era motivo de envidia.

Había trabajado desde pequeño en publicidad y en series televisivas, pero la ruleta de la fama le había puesto en el disparadero por motivos equivocados. «Me acabé convirtiendo en una broma de Hollywood. Me sentía asfixiado, miserable y sucio», aseguraba sin sensación de melancolía el actor el pasado mes de enero durante un homenaje en el festival de cine de Santa Barbara. «Así que me salí del circo. Me fui a Georgia y dejé de salir en los medios».

Ese fue el gran punto de inflexión en la carrera de Ben Affleck, el momento en que dejó de ser un malogrado actor de la factoría de Hollywood para convertirse en una de las estrellas emergentes tras la cámara. «Adiós pequeña, adiós» y «The town» fueron su carta de presentación, y finalmente la industria se ha rendido a sus pies con «Argo». «Sé exactamente lo que he logrado, porque sé lo duro que he trabajado. Es la única manera de tener éxito», ha llegado a decir Affleck.

Y el éxito se traduce en tres Oscar, las estatuillas que «Argo» ha ganado: mejor película, mejor montaje y mejor guión adaptado. La cinta se ha convertido en la gran triunfadora de una noche marcada por lo mucho que la Academia ha repartido los galardones. La victoria de «Argo» parecía cantada tras barrer en todos los premios que precedían al tío Oscar. La película había completado la carrera perfecta antes de llegar a la alfombra roja del Dolby Theatre: venció en los Globos de Oro, en los Critics’ Choice, en los BAFTA y en los premios de los sindicatos principales de Hollywood (productores, directores, actores y guionistas).

Sólo dos películas habían logrado este éxito tan unánime previamente: «American Beauty» (1999) y «Slumdog millionaire» (2009). Sin embargo, «Argo» tenía encima la pesada losa de la historia. Ben Affleck no había conseguido la candidatura de mejor director y en los últimos 80 años sólo una película había sido la gran triunfadora sin que su realizador fuera nominado por la Academia. La excepción era «Paseando a Miss Daisy» (1989), que sí era la cinta más nominada de la noche con nueve candidaturas, una más que «Nacido el 4 de julio».

«Argo» no era este año la primera, ni la segunda, ni la tercera ni la cuarta, sino la quinta película más nominada con siete opciones de premio. Su victoria ha derribado la barrera de mejor director y le convierte, además, en la primera película que vence partiendo desde una quinta posición en número de nominaciones.

El filme de Ben Affleck ha ganado gracias a su fórmula comercial sustentada en un guión sólido y muy definido. Con una narrativa clásica pero contundente, no arriesga ni innova pero es fiel al estilo tradicional del viejo Hollywood de contar y transmitir grandes historias al espectador. Eso le ha bastado a Affleck para alcanzar la cima de Hollywood. «Cuando gané mi primer Oscar hace quince años no sabía lo que estaba haciendo», dijo al recibir la estatuilla y remató su discurso señalando que lo importante no son los golpes de la vida. «Lo que importa es levantarse».

«La vida de Pi», la más premiada

El otro gran triunfador de la noche ha sido Ang Lee, ya que «La Vida de Pi» se ha convertido en la cinta más premiada con cuatro premios, incluyendo mejor director. El taiwanés agradeció la estatuilla al «dios del cine», y quiso compartirlo con las «3.000 personas» que componen el equipo de la película, con su región natal de Taiwán, donde rodó el filme, y con el escritor Yann Martel -autor de la obra en la que se inspira el filme.

«Namasté», se despidió el realizador, haciendo suya esa espiritual expresión india. Lee vuelve a ganar por segunda vez este premio, aunque nuevamente se le escapa el Oscar a la Mejor Película, como ya ocurrió en 2005 con «Brokeback Mountain».

El premio a la Mejor Actriz ha recaído en la jovencísima Jennifer Lawrence («El lado bueno de las cosas»). La intérprete, que se tropezó en las escaleras del escenario al pisarse su largo vestido, agradeció un tanto azorada el Oscar y se lo dedicó a sus compañeros de reparto, a su familia y a sus compañeras y rivales en la categoría, a las que calificó de «inspiración».

Los pronósticos también se cumplieron en el el Oscar al Mejor Actor, donde Daniel Day-Lewis hizo historia al convertirse en el primer actor en ganar tres estatuillas en esta categoría. «No sé cómo ha sucedido esto, pero sí sé que a lo largo de mi vida he sobrepasado mi cuota de buena suerte y doy gracias a la Academia por este honor tan bonito», afirmó el actor al recoger el premio de manos de Meryl Streep, ganadora el pasado año, con la que ha compartido bromas sobre un hipotético cambio de papeles. «Yo me había comprometido a hacer de Margaret Thatcher y Meryl fue la primera opción de Steven Spielberg para el papel de Lincoln», dijo el intérprete.

También era claro el Oscar de Mejor Actriz Secundaria para Anne Hathaway. «Se ha hecho realidad», dijo la intérprete sobre el escenario, mirando con ternura a su estatuilla dorada. «Es un tremendo honor. Hay tanta gente cuya generosidad ha hecho que esté hoy aquí… Como Hugh Jackman. Hugh, eres el mejor», añadió. Su último agradecimiento fue a su marido: «El mejor momento de mi vida fue cuando entraste en ella». «Los miserables» sumó en total tres estatuillas.

Un rato antes,Christoph Waltzse llevó el premio de Mejor Actor Secundario tres años después de ganarlo por primera vez y de nuevo por un papel en una película de Quentin Tarantino.

Amplio reparto de premios

«Lincoln», que partía como la más nominada con 12 candidaturas, sólo pudo llevarse dos galardones, los mismos que «Django desencadenado» y «Skyfall». El último filme de la saga James Bond obtuvo el premio de Mejor Canción gracias a Adele y compartió el de Montaje de Sonido con «La noche más oscura»,en un empate que sólo se ha repetido seis veces en los Oscar.

En un año de gran cine, la Academia ha querido ser equitativa y ha repartido mucho sus estatuillas. Sin embargo, gracias al triunfo por la mínima de «Argo», Affleck ya puede olvidar su irregular etapa anterior y gritarle a esa Academia que le negó la nominación de director la expresión más recurrente en su película: «Argo-derse». Un nuevo Ben Affleck domina ahora Hollywood.

Fuente: http://www.abc.es

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