¿Odias el calor y el sudor y eso te impide hacer ejercicio? Una buena solución son los ejercicios acuáticos. Son ejercicios de bajo impacto que pueden hacerse en una piscina o en la playa y que ayudan a aliviar la presión de las articulaciones, músculos y huesos. Y lo mejor de todo que es que no necesitas saber nadar para poder hacerlos.
¿Por qué hacer ejercicio acuático?
Si bien los ejercicios acuáticos suelen asociarse a los adultos mayores y embarazadas, son súper beneficiosos y aptos para todo el mundo.
Sus beneficios incluyen la rápida quema de calorías: puedes quemar entre 400 y 500 calorías con los ejercicios acuáticos y dependiendo de su intensidad puedes quemar aún más. Esto los hace muy efectivos para adelgazar.
Son un efectivo ejercicio cardiovascular, fortalecen al corazón y a los pulmones.
También ayudan a aumentar la flexibilidad; al estar bajo el agua, puedes estirar y moverte mejor que en tierra firme y eso contribuye a que tu cuerpo se vuelva más flexible. Estos ejercicios ayudan a mejorar la masa muscular, los músculos trabajan mucho más dentro del agua y lo mejor de todo es que ni sientes el esfuerzo. Esto permite evitar lesiones en los músculos y a la vez es una gran opción para aquellos que se recuperan de lesiones.
¿Qué ejercicios acuáticos puedo practicar?
Si bien hay clases de ejercicios acuáticos con profesores especializados, también puedes hacerlo por tu cuenta. Caminar en el agua es el ejercicio más fácil pero efectivo. Camina como si caminaras por la calle pero ten en cuenta la postura y apreta los abdominales.
Puedes comenzar haciéndolo sobre agua poco profunda y luego puedes animarte a ir por más profundidad, usa un flotador entre las piernas para ayudarte y verás que haces el doble de trabajo.
También puedes hacer calistenia en el agua. La calistenia consiste en un conjunto de ejercicios cuyo objetivo es mejorar la agilidad, la fuerza física y la flexibilidad. A su vez puedes hacer una clase de aeróbicos en el agua, es mucho más divertido y logra excelentes resultados. Puedes ejercitar brazos, piernas, abdominales y espalda con ejercicios sencillos y saludables; incluir pesas u otros objetos e ir creando tu propia rutina de ejercicios aeróbicos con los ejercicios que más te gusten.
Un consejo útil para comenzar con estos ejercicios es usar zapatos especiales para el agua que ayudarán a hacer mejor tus movimientos. Es importante también mantener una buena hidratación, ya que al estar bajo el sol puedes deshidratarte fácilmente. También es conveniente el uso de protector solar si el ejercicio es durante el día para que no se dañe la piel.
El ejercicio acuático es beneficioso, fácil y divertido. Si tienes piscina y estás aburrida en tu casa o vas a la playa, anímate a probarlos y verás qué buena forma de ejercitarte. ¿Ya lo has probado?
Fuente: http://www.imujer.com
