El ser humano está sujeto a cambios constantes, aun así hay quienes no están preparados para enfrentarlos. Incertidumbre, miedo a fracasar o al qué dirán, complejos y falta de seguridad son factores que impiden que muchos se arriesguen a ir por algo nuevo y mejor.
En consecuencia, la rutina y el conformismo toman el control de los pensamientos y actitudes.
La opinión de diversos coaches o entrenadores personales es que para superar este conflicto interno, se requiere empezar a ver las cosas de una manera distinta, creyendo que hay cambios positivos e intentarlos. Esta actitud distingue a quienes logran lo que quieren de quienes se pasan la vida anhelando sin conseguir nada.
Por otra parte, los especialistas explican que un cambio efectivo –en cualquier aspecto–nace de una intención personal, espontánea y sincera. Afirman que si éste es forzado por familiares, amigos, terapeutas y gente cercana no será una transformación genuina.