Un hombre estaba cayendo en un barranco y se sujetó a las raíces de un árbol.
Arriba del barranco, un oso inmenso estaba como loco por devorarlo.
El oso rugía, mostraba los dientes, babeaba de ansiedad por el plato que tenía a su frente.
Debajo, con el mismo apetito del oso, estaban nada más y nada menos que seis leopardos.
Él levantó la cabeza, miraba para arriba y veía el oso rugiendo.
Bajaba deprisa la cabeza para no perderla en su boca.
Cuando el oso daba un descanso, oía a los leopardos, cerca de su pié.
Los leopardos abajo queriendo comerlo, y el oso arriba queriendo deborarlo.
En determinado momento, el miró al lado izquierdo y vió una fresa roja, linda, con aquellas escamas doradas reflejando el sol.
En un esfuerzo, apoyó su cuerpo, sujetándose apenas con la mano derecha, y, con la izquierda, cogió la fresa.
Cuando pudo mirarla mejor, quedó atónito por su belleza.
Entonces, se llevó la fresa a su boca y se deleitó con el sabor dulce y suculento.
Fue un placer supremo comer aquella fresa tan gustosa.
Tal vez usted me pregunte: “Pero, ¿y el oso?” ¡Qué importa el oso, coma las fresas!
¿Y los leopardos? ¡Déjelos y coma las fresas!. A veces, usted está en su casa en el final de semana con sus hijos y amigos, comiendo una barbacoa.
Percibiendo su mal humos, su esposo/a le dice: – Cariño, relájate y aprovecha el domingo.
Y usted, enfadado/a, responde: “¿Cómo puedo disfrutar el domingo si mañana va a haber un montón de osos queriendo cogerme en la empresa?” Relaje y viva un día por vez:
Coma la fresa. Problemas suceden en la vida de todos nosotros, hasta el último suspiro.
Siempre existirán osos queriendo comer nuestras cabezas y leopardos, arrancar nuestros pies. Eso hace parte de la vida, es importante saber comer las fresas, siempre.
La gente no puede dejar de comerlas solo porque existen osos y leopardos.
Usted puede argumentar: Yo tengo muchos problemas para resolver.
Problemas no impiden a nadie ser feliz. El hecho de su jefe ser bravo no es motivo para usted dejar de gustar de su trabajo.
El hecho de su mujer estar con tensión pre-menstrual no los impide de tomar un helado juntos.
El hecho de su hijo ir mal en la escuela no es razón para no dar un paseo por el campo.
Coma la fresa, no deje que ella escape.
Podrá no haber otra oportunidad para experimentar algo tan sabroso.
Saboreé los buenos momentos. Siempre existirán osos, leopardos y fresas. Ellos hacen parde de la vida.
Pero lo más importante es saber aprovechar la fresa, porque el oso y el leopardo no dan tiempo para aprovechar.
Coma la fresa cuando el aparezca. No deje para después. El mejor momento para ser feliz es ahora. El futuro es ilusión que siempre será diferente de lo que imaginamos.
Las personas ven el éxito como una mira.
Como aquella historia de la zanahoria colgada en la frente del burro que nunca la alcanza.
Las personas visualizan metas y, cuando las realizan, descubren que ellas no trajeron felicidad. Entonces, continúan avanzando e inventan otras metas que tampoco las vuelve felices.
Viven esperando el día en que alcanzarán algo que las hará felices.
Ellas olvidan que la felicidad es construída todos los días.
La felicidad no es algo que usted vaya a conquistar fuera de usted. La felicidad es algo que vive dentro de usted, de su corazón.