Las decisiones pueden aproximar o apartar una persona de Dios.
Día 1: Trata de estar muy, muy ocupada y deja de leer la Biblia
Día 2: Comienza a pensar en tu pasado y cómo sería tu vida si hubieras hecho las cosas de manera diferente
Día 3: Trata de estar aún más ocupada, y deja de ir a la iglesia
Día 4: Comienza a contar las muchas injusticias que te han hecho y lo mucho que mereces ser tratada mejor
Día 5: Piensa en el placer que sentirías si le dieras una lección a ese amigo que te acaba de defraudar
Día 6: Siente lástima de ti misma y culpa a los demás por tus propios fracasos
Día 7: Deja de orar a Dios, «de todos modos, parece que Él no te escucha más»
Día 8: En realidad, ni siquiera tardas 10 días para destruir algo que te llevó tanto tiempo y esfuerzo para construir: la fe
Nuestras decisiones diarias pueden llevarnos más cerca o más lejos de Dios.
Marelis Brum