Cómo vencer la historia negativa

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Necesita comprender lo siguiente: si está luchando contra algo negativo, eso no le convierte en mala persona. No tiene por qué llorar con culpa, sintiendo que está condenado porque haya obstáculos que tiene que vencer. Muchas veces ni siquiera es su culpa. Habrá alguien que tomó la mala decisión de abrir la puerta para el mal y hoy tiene que lidiar con las repercusiones. Sin embargo, cuídese de no usar eso como excusa para persistir en los patrones negativos. Tendrá que plantarse con firmeza y hacer algo al respecto.

Uno de los primeros pasos para vencer las maldiciones generacionales es reconocer contra qué lucha. Identifíquelo y no lo ignore. No intente esconderlo debajo de la alfombra, pensando que todo se arregló porque ya no lo ve. No será así.

Si es rebelde y desobediente a la Palabra de Dios, no presente excusas. Admítalo y diga: “Voy a cambiar esto”. Si tiene problemas para manejar la ira, o no trata a los demás con honra y respeto, no intente convencerse de que todo está bien. Admítalo y enfréntelo.

La Biblia dice: “Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados”. Verá que tiene que sincerarse y confesar sus faltas.
Muchas veces hacemos todo lo contrario. Pensamos: No le contaré a nadie sobre este problema porque ¿qué pensarían de mí? Me daría vergüenza.
Tráguese su orgullo, confiese sus debilidades y consiga la ayuda que necesita para ser libre. No es fácil admitir que necesitamos ayuda pero es necesario, y liberador, además.

Si tiene problemas para controlar su ira, o una adicción declarada u oculta, no intente vencer el problema sin ayuda de nadie. No lo oculte porque sienta vergüenza. Encuentre a alguien cristiano que en la fe permanezca a su lado. No digo que tenga que anunciarlo a todo el mundo. Pero sí que encuentre a una persona en la que pueda confiar de veras. Y cuando haga lo suyo, Dios le ayudará a vencer los patrones negativos en su vida.

De la misma manera, puede vencer todo lo que se le oponga. No hay adicción imposible para nuestro Dios. No hay fortaleza impenetrable para Él. No importa cuánto tiempo haya tenido que soportarlo, o cuántas veces haya intentado para fracasar una y otra vez, hoy es un nuevo día. Si se sincera y reconoce cuál es el problema también puede comenzar a vivir bajo la bendición y no la maldición. Puede librarse de todos esos patrones generacionales negativos e iniciar un nuevo patrón de vida y amabilidad para sus descendientes.

Responsabilícese de sus acciones. Dios le ha dado libre albedrío. Usted puede elegir el cambio. Puede elegir nuevos parámetros. Toda buena decisión que tome vencerá a los patrones malos que hayan elegido otras personas en su familia, sus antepasados. Cada vez que se resiste ante una tentación está un paso más cerca de la victoria. Puede ser negativa la historia de su familia, claro que sí, pero no por eso tiene que perpetuarla. No podemos cambiar el pasado, pero sí el futuro, tomando las decisiones correctas.

Si creció en un entorno negativo, a menos que se libere hay grandes probabilidades de que trate a sus hijos de la misma forma en que le trataron a usted. Hay gente que sufrió abuso físico y verbal en su infancia. Y uno pensaría que como sufrieron tanto, tratarían de apartarse de todo eso. Pero los estudios confirman que sucede lo contrario. Los que han sido maltratados tienen más posibilidades de convertirse en abusadores. ¿Por qué? No porque lo deseen. Ya saben lo destructivo que es. Es porque ese espíritu negativo sigue pasándose de generación a generación.

Gracias a Dios, todos podemos hacer algo al respecto. La Biblia dice en Efesios que nuestra batalla no es física sino una batalla en el plano espiritual. Tiene que levantarse y decir: “Tomo autoridad respecto de esto y no voy a vivir de este modo”. Dios le dará el poder de hacer lo que haga falta. No se quede donde está, aceptando la situación. Haga algo al respecto.

Mucha gente hoy practica el juego de las culpas. “Es culpa de este. Es culpa de aquella. Bueno, estoy deprimida porque mi madre siempre estaba así”. O, “No puedo romper con estas adicciones porque todos en mi familia también fueron adictos”. O, “Estoy enojada porque tú me haces enojar”.

Evite eso. Tiene que responsabilizarse de sus acciones. Quizá en el pasado haya habido injusticias que le hicieron la vida difícil, pero su actitud deberia ser otra: “No voy a quedarme aquí, llorando y quejándome por cómo me criaron o por cómo me maltrataron. No, esta es la vida que Dios me dio y voy a aprovecharla al máximo. Voy a tomar buenas decisiones a partir de hoy”.

Obispo Silva

 

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2 comentarios en «Cómo vencer la historia negativa»

  1. Es así muchas personas solo se alivian echando la culpa para otra persona, pero lo que no saben es que se deshacen de el solo por un tiempo, lo mejor es tomar una decisión y una actitud conforme a lo que Dios quiere para nosotros y vencer cada problema pues El Señor Jesús siempre esta con nosotros para darnos fuerza y valentía.

  2. Es muy cierto Sr Obispo el cambio en la vida solo acontece cuando tomamos la actitud de cambiar y dejar a un lado nuestros peros y decidimos reconocer para que Dios pueda actuar…

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