“La sensación de miedo y autocompasión, son señales de que no supimos lidiar con la ansiedad, por eso somos controlados, cuando nosotros deberíamos controlar.”
¿Cuántas personas podrían ser maestros y aún son alumnos? Los años pasan y sus pensamientos y sensaciones aún están presos al miedo y la autocompasión. La vida ya les dio tantos momentos preciosos que podrían ser aprovechados como excelentes oportunidades de aprendizaje y crecimiento, pero sus ojos no consiguen alcanzar nuevos horizontes.
El miedo a fracasar y el sentimiento de lástima de sí mismos, sólo les ha traído ansiedad y ha puesto una enorme carga que no les permite caminar hacia sus sueños.
¿Cómo es posible que un hombre sea controlado cuando él debería controlar? Sí, ¡tenemos la capacidad de controlar los pensamientos negativos, de superar los obstáculos y de ser excelentes receptores de energía positiva! Es imprescindible hacer de las situaciones negativas de la vida, excelentes puentes para caminar hacia nuestro objetivo; es fundamental crecer, madurar y dejar a un lado el miedo.
Amigo lector, sé fuerte, libérate de todos los temores y deja de sentir lástima por ti mismo: si no puedes controlarte, otros no te seguirán; si no puedes controlarte, otros no te respetarán; pero si consigues controlarte, ¡otros te seguirán y te respetarán! Sé valiente y cuando pienses que todo está perdido: ¡ríe, sonríe para la vida! ¡Controla y no te dejes controlar jamás!
Fuente: juliofreitas.com