¿Cuando sucede que la oración, el ayuno, el trabajo, el estudio, la caridad, la dedicación se convertían en algo en vano? Cuando no hay sacrificio.
Existen determinados momentos en la vida de un individuo en que parece que todo es en vano. Es como correr incesantemente y llegar a un punto en que caes al suelo, sin más fuerzas para seguir caminando.
Algunos dicen que tiene su vida basada en la Palabra de Dios y que oran ayunan, trabajan, estudian, hacen caridad y que dan su 100% de una forma extrema en todo lo que hacen; ¡y que nunca consiguieron tener la maravillosa sensación de ver lo sobrenatural ocurrir en su vida! ¿Y por qué? ¿Será que todas estas actitudes no son importantes?
Obviamente son importantes, pero lo que marca la diferencia en la vida de una persona es su sacrificio hecho para Dios. Dios quiere VER a tal persona en dependencia a Él. Este es el objetivo del sacrificio.
En el transcurso de la vida, el hombre crea relaciones de dependencia con objetos, personas y situaciones. Algunas de esas relaciones son importantes para el bienestar, otras perjudican o causan pérdida de autonomía. Quedar en la total dependencia de Dios, sólo traerá beneficios al individuo, pues, ¿quién, además de Él, tiene el Poder, la Autoridad y el Mando de todo?
Fuente: juliofreitas.com