“Sufría de diversas enfermedades las cuales me mantenían ingiriendo una cantidad de tratamientos con los que no encontraba la cura. Me daban fuertes dolores, tenía: Problemas en la cervical, en la columna, pólipos en el estómago que me daban náuseas constantemente.
En medio de todos estos males también estaba atormentada espiritualmente. Llegué a la Iglesia Universal y recibí las oraciones y fui liberada. Las enfermedades desaparecieron ahora no tengo malestares ni nada que me perturbe gracias a Dios”.