Nuestra relación estaba deteriorada, pues llevaba una vida de vicios y esto produjo muchos problemas. Habían celos y mucho maltrato.
Vivimos una situación muy difícil en medio de una discusión mi esposo intentó matarme. Esto hizo que abriera los ojos y que deseara tener un cambio de vida. Recordé que mi mamá me había hecho la invitación a la Universal y comencé a participar, al principio no fue fácil porque mi esposo se puso peor y esto me desanimaba.
Pero poco a poco la situación fue cambiando, así que no desistí y esto trajo la bendición a mi hogar. Recibiendo las oraciones haciéndo los propósitos Dios restauró mi matrimonio y nos dio paz, amor, compresión. Ahora somos libres y bendecidos.
Yerma