“El sr. Deivi reconoce que su vida familiar en un principio era muy buena, mantuvo una relación de noviazgo 8 años con su esposa y después de este tiempo decidimos casarnos y formalizar la familia. Fue todo maravilloso nos iba bien y estábamos felices, luego comenzaron a llegar los problemas. Los celos, la falta de comunicación y el mal carácter se apoderaron de mi hogar.”
Por otro lado la señora Yorelis nos dice “Cada día se hacía más dificil la convivencia y dentro de nosotros crecía la frustracción porque no podíamos tener hijos y debido a esto nos separamos. En medio de todo esto conocí la Iglesia Universal y empecé a participar y a poner en práctica lo que iba aprendiendo a través de los própositos. De esa forma el corazón de mi esposo fue sensibilizado, así fue como él tomo la decisión de asistir y recibir la ayuda de Dios”.
Hoy está familia recibió la transformación y la bendición de Dios. Ahora son la familia que tanto anhelaban, lograron tener dos hijos y completar su hogar que esta lleno de alegrías y de mucha paz, gracias a Dios.
