La Sra. María de Ramírez anteriormente vivía enferma, sufría de migraña y tenía problemas de nerviosismo.
Esto la hacía una persona desesperada y angustiada. Todo era ocasionado por los problemas que tenía con su esposo, pues él consumía alcohol y a cada día las peleas y los insultos eran más fuertes.
“Las agresiones verbales eran muy intensas, pues mi esposo a cada día se adentraba más en el vicio del alcohol. Esto me ocasionaba tristeza, en las noches no dormía, en realidad me sentía abandonada.
En una oportunidad recibí una invitación a la Universal; comencé a perseverar y a utilizar mi fe en la Terapia Familiar y Espiritual los domingos.
Hoy estoy completamente sanada de todas las enfermedades, duermo tranquila, mi esposo dejó los vicios y no peleamos más. Estoy feliz y alegre por el cambio en mi vida”.