«Desde hace dos meses estaba presentando problemas en la cervical y en las piernas, incluso para poder caminar necesitaba apoyarme en un bastón.
Ese malestar me impedia trabajar, manejar, se me dificultaba hasta hacer las cosas más básicas.
Tomé la decisión de participar en la reunión de los 70 hombres de Dios que se realiza los días martes y recibí la unción con el Aceite y la oración de sanación.
Ahora estoy sanado, ya camino sin necesidad de apoyarme en nada, puedo manejar y regresé a trabajar», concluye el Sr. José Ángulo.