En su mente, usted ya:
• comenzó su negocio propio
• se casó con esa persona
• se convirtió en alguien más valiente
• recibió las bendiciones prometidas por Dios
• tuvo ideas maravillosas
• venció a su pasado
• cambió su futuro
• oró y fue respondido
• sacrificó y vio el resultado de su sacrificio
• pagó sus deudas
• se volvió exitoso en los negocios
• se vio en la casa y en el carro de sus sueños
• se imaginó en el cielo al lado de Dios por toda la eternidad
… y vio muchas otras realizaciones. Todo en su mente. Su realidad, sin embargo, puede ser muy diferente a todo eso. ¿Por qué?
¡Porque aún no materializó sus pensamientos en actitudes!
Lo que usted quiere nace en su mente, pero también muere ahí si usted no lo alimenta con actitudes. Mucha gente ya viajó lejos en los pensamientos, pero en realidad nunca movió un dedo en dirección a aquél destino.
Sea una persona de acción. ¿Tuvo una buena idea, una visión de alguna realización, un sueño? Actúe sobre eso. De el primer paso. Suba el primer escalón. No necesita ver toda la escalera. No tenga miedo a equivocarse y fallar. Cruce el puente entre lo imaginario y lo real.
Ese puente se llama acción.