…y yo aún estoy soltera.
Ahí está otra fase difícil para las solteras. Cuando sus amigas comienzan a casarse.
Es realmente un cuchillo de dos filos – corta y lastima ambas partes.
Sientes que perdiste una amiga y además tienes que convivir con aquel sentimiento repugnante, feo e incómodo, que en realidad no querrías sentir: ¡ella tiene ahora lo que tú más quieres tener! Es como si ella te estuviese dejando atrás…
Queridas, solo el uso de la fe inteligente puede ayudarnos en la lucha contra estos sentimientos mezquinos. Antes que nada, quiero resaltar que estos son sentimientos repugnantes, sí, pero nadie está libre de ellos. Por lo tanto, no te sientas la peor de las criaturas por eso – no eres la única. Forma parte de la naturaleza humana, pero eso no quiere decir que debamos aceptarlo.
Usa tu fe, mi querida, y podrás verte bendecida allá adelante, también. Observa tu momento llegando, mírate feliz y casándote en el momento correcto. El momento de ella llegó, y el tuyo también va a llegar.
Es necesario que entiendas que la amistad entre ustedes sufrirá algunos cambios, no será como antes, ¿pero quién dijo que debe ser como antes?
Ahora es otro nivel de amistad, pero los principios de respeto, consideración, cariño y amor son los mismos.
Ustedes continuarán siendo amigas, solo que ahora tendrás que aprender a respetar su nueva condición. No es necesario que se aparten, ¡de ninguna forma!
Cuando somos amigas de verdad, aunque estemos distantes una de la otra, permanecemos siendo amigas. Aunque no nos hablemos frecuentemente, no nos veamos o escribamos mutuamente todos los días, cuando nos encontramos es como si el tiempo no hubiese pasado. Es como si estuviésemos viéndonos y conversando todos los días. Es como si la distancia no existiese, pues los principios de la amistad están siendo conservados entre nosotras.
No exijas demasiado, apenas se amiga.
Fuente: cristianecardoso.com
