Amar y ser amado fue y siempre es el sueño de la mayoría. Con dificultad encontramos a alguien diciendo por ahí que no desea compartir su vida, sus sueños y todo lo demás al lado de otra persona.
Sobre eso, la Biblia es muy clara cuando menciona que “… No es bueno que el hombre esté solo…”, (Génesis 2:18). Y no es bueno de verdad. ¿Quién logra vivir aislado?
Lo que sucede es que cada vez es más difícil encontrar a esa persona, ¿no? Muchos, con miedo de decepcionarse viven cuestionándose: ¿y si yo amo demasiado y después me decepciono?
Sin embargo, no se preocupe, existen los buenos partidos, basta saber buscarlos, no permitir que la ansiedad eclipse esa búsqueda, también observar los puntos imprescindibles en el compañero que, al final son decisivos para tener certeza de que hizo la elección correcta.
Veamos: ¿Qué hace que una persona sea considerada un buen partido? ¿La condición financiera estable, la belleza, la fidelidad, el buen carácter?
¿Dónde encontrar personas que reúnan todas esas cualidades juntas?
En realidad, de la misma manera en que nadie puede edificar una casa sin antes construir los cimientos, así también es en cuanto a la vida amorosa.
Sin que se construya una base sólida, una relación basada en el respeto y en la fidelidad, no sirve de nada tener mil requisitos, pues la unión, más temprano o más tarde, va a terminar naufragando.
Si usted desea ser feliz de verdad, sin máscaras o estampas, busque no basarse o apoyarse en lo que es pasajero en la vida de la persona.
Por ejemplo, en la belleza: esta se modifica con el tiempo. Si usted está enfocando su búsqueda solo en ese requisito, olvídese. Ese ya es un gran error para buscar un buen partido, a fin de cuentas, el dicho dice: “Quién ve la cara no ve el corazón”.
Otro detalle muy importante es no dejarse llevar por la desesperación, tampoco tomar actitudes movidas por impulsos o ansiedad. A veces, por la carencia, muchos se dejan llevar por la emoción y se entregan al primero que aparece.
Observe, a jóvenes íntegros, temerosos de Dios y con un excelente carácter, sí, pero es necesario mirar fríamente la situación, “pensar con la cabeza” evaluar si, de hecho, encontró un buen partido o si está entrando en un dolor de cabeza.
¡Vaya con calma y sea feliz!