«…Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría”. Salmos 30:5
Existen muchas situaciones en la vida que pueden hacerle daño y hasta incluso hacerte llorar.
Hoy, lo que me gustaría hablar con usted, es de algo que le hará entender que llorar es normal, emocionarse también, pero deprimirse y molestarse durante días, meses o años, por una situación, no le traerá resultados provechosos para su vida.
Sea cual sea el sentimiento o quien sea la persona que le lastimó o le hizo sufrir, ella no merece que usted alimente este sentimiento por el resto de su vida. Es hora de cambiar.
¿Usted no sabe cómo salir de este sufrimiento o de esta aflicción que lucha contra usted? Analicemos juntas el versículo de arriba. Podemos ver que llorar es normal, pero en el mismo versículo vemos que la alegría viene al amanecer. Nuestro Dios pensó en todo, nos da un nuevo día para hacernos saber que no todo está perdido, si lo que le hace llorar es el termino de una relación, la decepción causada por una querida amiga, un pecado oculto o una razón que nadie sabe, esta guardado en secreto, sólo con usted.
Es hora de cambiar. ¡Levántese para un nuevo día que Dios le está ofreciendo! Sonría, deje que la alegría prometida por Dios al amanecer, pueda inundar su ser en este nuevo día que comienza. Llorar en el momento, no va a cambiar esta situación, pero si usted se decide animar y reaccionar, enjugar sus lágrimas, renunciar, hoy es su día, todo depende de usted.
Busque ayuda si es necesario, pero no acepte ni un día más de llanto, Dios cree en usted, y nosotros también.
Fuente: http://marciapaulo-botswana.blogspot.co.uk
