España maravilló en la tierra del fútbol. En un partido excelso, como hacía mucho que no se le recordaba, pasó por encima de Uruguay tras una primera parte de las que se te quedan en la retina por el buen juego desarrollado. Al campeón sudamericano, desbordado, no le quedó más remedio que dar patadas y rezar para que no le cayera un saco de goles.
Del Bosque apostó por Casillas, obviando la gran temporada de Valdés y sin dar importancia a la inactividad de Iker, pero la decisión quedó totalmente eclipsada por el devastador juego español. Con Busquets como único mediocentro ante la baja de Xabi Alonso, el medio del campo de fantasía liderado por Iniesta y Cesc creó juego sin cesar y las ocasiones se sucedieron con continuidad. La tuvo Fábregas primero en un disparo que se estrelló en el palo y después Andrés, hasta que al final el asedio tuvo su premio. Un chut lejano de Pedro tocó en Lugano y se coló en la meta de Muslera.
El tanto no frenó la avaricia de España, que siguió fabricando oportunidades sin parar hasta que cayó el segundo. Jugada de Iniesta, pase al hueco con clase de Cesc y gol de auténtico ‘9’ de Soldado. La masacre era tal que a los uruguayos, siempre orgullosos, no les quedó más remedio que empezar a pegar para intentar evitar el baño que se estaban llevando.
Dominio abrumador
La segunda parte sirvió para confirmar la superioridad del conjunto español, que se dedicó a disfrutar. Los uruguayos, desbordados, se dedicaron a capear el temporal como pudieron. Casi marca Soldado de nuevo y después llegó el momento de Iniesta. Sus controles, sus pases y sus regates volvieron locos a los charrúas, que no podían más que admirar la magia del manchego.
La última media hora, España se dedicó a tocar el balón sin fin, mareando a su rival ante la desperación uruguaya. Sin embargo, un golazo de Luis Suárez de falta en el minuto 87 dio emoción al final del duelo, aunque el marcador ya no se movió. España demostró sus credenciales, es el rival a batir.
Fuente: 20minutos.es
