¿Alguna vez usted quedó con dudas sobre su salvación o ha tenido miedo de que llegue el día de su muerte? Lea estas 10 señales y analice si usted está perdiendo la salvación.
1º – No tiene placer en hablar con Dios– Existen personas que se disculpan por falta de tiempo, cansancio y dicen que Dios sabe lo que ellas necesitan, dejando, de esta manera, de expresar su dependencia en Él.
2º – No tiene placer en conocer la voluntad de Dios – Las personas que dejan de leer la Biblia, automáticamente dejan de escuchar la voz de Dios y, así, se quedan sin saber cuál es Su voluntad en sus vidas, pues la Biblia es la Fuente, en ella está expresada la voluntad de Dios para nosotros.
3º – Tiene miedo a la muerte – Teme el destino de su alma, pues no tiene certeza de la vida eterna.
4º – Tiene miedo de no ser arrebatada cuando Jesús regrese – Teme la venida del Señor Jesús porque sabe que la vida que está llevando no le da el derecho de ser arrebatada.
5º – Valora más a las cosas materiales que a las espirituales – Pierde la visión de la salvación, dando más valor y priorizando a las cosas materiales, dejando lo espiritual, que es lo principal, como secundario.
6º – Se preocupa más en agradar a las personas que a Dios – Se preocupa más con lo que las personas piensan y esperan a su respeto, de lo que Dios piensa y espera de ella.
7º – No tiene temor – Por esto miente, siente rencor, envidia, juzga a los demás, desobedece, es rebelde, pues el temor no representa miedo, sino un profundo respeto. Cuando la persona es rebelde, en realidad, lo que ella quiere es imponer su voluntad.
8º – No se concentra en la oración, en la alabanza y en a adoración – La persona se distrae fácilmente, abre los ojos, se pone a pensar en otras cosas, y termina quedando vacía. Ella ora, adora, pero es como si no estuviera allí, pues sus pensamientos son otros.
9º – No tiene la alegría de la salvación – La persona que es salva, resplandece alegría, es feliz, sin importar la situación que está viviendo, pues esta alegría es espontánea, ella se siente segura, tiene paz y no es acomodada.
10º – El mensaje nunca es para ella – Ella siempre piensa que el mensaje predicado no es para ella, sino que es para los demás, pero Jesús siempre está renovándonos para que aprendamos a tener una nueva mente, nuevo corazón y espíritu.
Usted es el único que puede cambiar esta situación. Reconozca en qué usted ha fallado, hable con Dios y empiece otra vez. Dios siempre está dispuesto a darle una nueva oportunidad. ¡Sólo depende de usted!