Fiscalía citó trabajadores de El Pinar por mutilación de cunaguaro

cunaguaroEl Ministerio Público acudió ayer a las 11:00 am al parque zoológico El Pinar, en El Paraíso, para consignar boletas de citación a cinco trabajadores que podrían estar involucrados en la mutilación de un cunaguaro, ocurrida el sábado.
El caso fue asignado a la Fiscalía Municipal Segunda del Área Metropolitana de Caracas. Se conoció, igualmente, que en el expediente se anexó el antecedente de otro cunaguaro, al que supuestamente le cortaron la cola hace unos meses en el mismo parque. “Todos los citados hasta ahora son hombres y muchos vigilaban el zoológico cuando ocurrió la mutilación”, explicó una fuente vinculada al MP.
Sobre el estado del cunaguaro no se tiene mayor información. Nataly Trujillo, directora del zoológico, fue lacónica el domingo: “Lo único que puedo decir es que el animal se encuentra en tratamiento médico; está evolucionando bien”.
Una fotografía del felino mutilado, divulgada en las redes sociales el fin de semana, despertó el repudio. Los proteccionistas fueron los primeros en organizarse ante el maltrato al animal. El domingo, un grupo de activistas manifestó frente al zoológico. Otros han pedido a la directiva de El Pinar, regentado por el Gobierno del Distrito Capital, detalles sobre el caso e información sobre las condiciones en que permanece la fauna en el sitio.
En las redes sociales no ha faltado el rechazo a las prácticas crueles contra el animal. Desde que se conoció la noticia, muchos usuarios de Twitter y Facebook han solicitado inspecciones a los zoológicos del país y una investigación sobre el caso.
Empleados del parque, que prefirieron no identificarse por miedo a represalias, confirmaron que el hecho ocurrió el sábado en la madrugada. “Alguien tuvo que escuchar, a menos que lo hayan dopado. Nos parece extraño cómo pudo entrar alguien al zoológico sin que los vigilantes se dieran cuenta”, dijo un trabajador.

Venta ilegal. Los cunaguaros son muy buscados, pues su piel es utilizada para prendas de vestir o adornos. Las garras también son vendidas como trofeos de caza.
El tigrillo se comercia en páginas como Mercado Libre Venezuela –sitio web que no asume ninguna responsabilidad por la información contenida en los anuncios porque es suministrada en su totalidad por los usuarios– a precios elevados.
El cuero del animal oscila entre 1.650 y 1.800 bolívares. El Nacional contactó a uno de los comerciantes que aparecen en la página web, que informó sobre el precio de una cría: “Cuestan 5.000 bolívares. Tengo cueros y vienen completos, pues contienen la cola y las patas. Incluso, hasta los huesitos de las patas”.
La piel no es lo único que buscan los compradores. Hace nueve días, por ejemplo, un usuario de Mercado Libre preguntó por una garra del animal. El comerciante señaló que tenía dos, pues no vendía una sola.
La venta del cunaguaro es un delito. En el país existe prohibición indefinida del comercio del felino, de acuerdo con la resolución número 95 del extinto Ministerio del Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables.

El Dato
El cunaguaro es una especie vulnerable, señala el Libro Rojo de la Fauna Venezolana. En el ámbito internacional, el Leopardus pardalis (nombre científico) también ha sido declarado vulnerable de extinción por la Unión Mundial para la Naturaleza. En algunas zonas del país se ha extinguido.

Niegan vínculo con santería
El cunaguaro es un animal extraño en los rituales de santería. De acuerdo con Michaelle Ascencio, autora del libro De que vuelan, vuelan, el tigrillo no es usual en la fauna antillana y eso revela sus escasas probabilidades de ser utilizado en un rito: “Está mal vincularlo a priori con esas prácticas”.
La mutilación del cunaguaro de El Pinar se ha adjudicado a practicantes de la santería. Las averiguaciones del Cicpc se iniciaron el fin de semana. Los expertos no descartan ninguna hipótesis sobre el caso. “Es muy curioso que sean buscadas sólo las patas de este animal. Una de las hipótesis que cobra mayor fuerza es la de ritos religiosos”, indicó un funcionario.
La santería es una creencia proveniente de África, pero que se arraigó en Cuba en la época de la Colonia. En el país está en crecimiento. Ender Padrino, seguidor de la religión, indica que el santo “no necesita de mutilaciones”.
En África, sin embargo, esa práctica se usa con fines religiosos o comerciales.
Las manos de los gorilas, por ejemplo, eran cortadas para venderlas, ya que se utilizaban como amuletos. Los colmillos de los elefantes son extraídos debido al alto precio del marfil en el mercado negro.

Fuente: http://www.el-nacional.com

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