“Fui víctima de una obra de brujería y esto trajo la destrucción para mi vida. Comencé a ser atormentada espiritualmente, escuchaba voces, no lograba dormir en las noches y cuando lo hacía tenía fuertes pesadillas. Mi carácter comenzó a cambiar y me torné una joven triste, con depresión y pensamientos de terminar con mi vida.
Recibí una invitación por parte de una amiga de mi mamá para asistir a la Universal y recibir la ayuda que necesitaba.
Al participar en la reunión de liberación espiritual logré ser libre de estos males que aquejaban mi ser. Comencé a dormir con tranquilidad, la tristeza y la depresión fueron desapareciendo y me convertí en una joven feliz, con paz y con deseos de seguir adelante, pues en el Señor Jesús encontré la liberación de todos los males.
Carmen Suarez