Haciendo la diferencia

diferenciaSi usted se califica como una persona vencedora ( debe considerarse de esta manera), fíjese en lo que está escrito en este pasaje de la palabra de Dios: “Pero Dios escogió lo insensato del mundo para avergonzar a los sabios, y escogió lo débil del mundo para avergonzar a los poderosos.” 1 Corintios 1:27

Usted que se considera una persona insensata, no tiene estudios, se considera débil, Dios le ha elegido. Dice así la Palabra de Dios: “También escogió Dios lo más bajo y despreciado, y lo que no es nada, para anular lo que es”. 1 Corintios 1:28 Cuanto más la persona es despreciada, humillada, injusticiada, etc., más Dios quiere que ella sea distinta, para que así todos vean, a través de la vida de esta persona, que Él está vivo y que no está muerto. Dios cree en usted, pero de nada sirve que Él crea en usted si usted mismo no cree. Usted debe creer en su gran potencial y en sus talentos, usted no vino al mundo para vivir una vida de miseria y escasez esto no es ser humilde; no piense que la pobreza es sinónimo de humildad, pues la pobreza y la humildad son dos cosas totalmente distintas. Hay personas que son pobres, pero son orgullosas, mientras tanto existen personas que son ricas, pero son humildes.

Ser humilde es oír, es obedecer, es reconocer sus errores, sus fallas, es no despreciar a los demás. Ser humilde no es andar con un zapato roto, o tener solo una muda de ropa, o no tener dinero ni siquiera para el pasaje, esto no es humildad, esto es escasez, pobreza. No tiene nada que ver una cosa con la otra.

Algo que hemos aprendido y que la Palabra de Dios dice es que debemos creer en nosotros mismos y sobre todo, por encima de todo, en Dios.

Cuando Dios llamó a Pedro, él había estado intentando pescar durante toda la noche, pero no pescó nada, en vista de esto, ya por la mañana, se fue a lavar la red porque la noche había sido un total fracaso. Pero él se detuvo para oír la Palabra de Dios, las enseñanzas del Señor Jesús. Después de que Jesús les habló, Él mandó a Pedro a que lanzara la red al mar y éste le contestó a Jesús: “Señor yo trabajé durante toda la noche y no pesqué nada, pero ahora confiando en Tú palabra yo lanzaré mi red”. Y la pesca fue exitosa a causa de la palabra de Dios. Jesús no ayudó a Pedro a pescar, él pescó solo, porque Dios no quiere que usted dependa de nadie ni de nada, usted no depende del obispo, tampoco del pastor, o de la iglesia, de la religión, del jefe, de sus amigos, de los familiares, del gobierno, etc. solamente dependa de Dios y de su fe.  Si usted es una persona victoriosa es por causa de su fe y, por encima de todo, de Dios.

Dios quiere que piense así, y si usted entiende esto, nada podrá impedirle de conquistar lo que desea. Esto es lo que hace la diferencia: cuando aprenda a depender solamente de su fe, y sobre todo, de Dios.

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