Un carpintero y sus ayudantes viajaban en búsqueda de material para construcción.
Fue cuando ellos vieron un árbol gigantezco, siendo que 5 hombres de manos dadas no conseguían abrazarlo. Además de eso, era tan alto que casi tocaba las nubes.
– No vamos perder nuestro tiempo con este árbol – dijo el carpintero. – Para cortarlo demoraremos mucho.
Si quisiésemos hacer un barco, el se hundirá de tan pesada que es su tronco.
Si resolviésemos usarlo para la estructura de un techo, las paredes tendrán que ser exageradamente resistentes.
El grupo siguió adelante y uno de los aprendices dijo:
– Es un árbol tan grande y no sirve para nada.
– Te equivocas – dijo el carpintero – Si fuese igual a los otros, ya lo hubiésemos cortado. Pero, porque tuvo coraje de ser diferente, permanecerá vivo y fuerte por mucho tiempo.
Con ese ejemplo, es posible aprender que todos tienen algo grandioso, que siempre será una diferencia, aunque para muchos parezca ser un defecto.
Tal vez sea el conocimiento más profundo sobre algo, una habilidad específica o experiencias adquiridas a lo largo del tiempo, no importa, lo que vale es que son características en las cuales las personas tendrán que respetar y no conseguirán demoler.
Por eso, si usted aún no descubrió su talento, reflexione y descúbralo, pues, una vez invirtiendo en el, usted podrá diferenciarse de los otros y alcanzar el éxito tan deseado.
Fuente: familiaunida.es