El mal carácter, desconfianza, falta de atención y comunicación, llevó a esta familia a enfrentar fuertes problemas.
El sr. Rigoberto nos comenta que debido a esta situación él se convirtió en un hombre ausente que no le daba atención a su esposa. Por otro lado, la señora Lilia nos dice que a causa de los vicios de alcohol que tenía su esposo y la ausencia que era constante, hacían que ella se sumergiera en la depresión, sintiéndose sola y con el corazón lleno de rencor. La situación cada día iba empeorando y el punto más difícil fue cuando se divorciaron, pues sentían que todo estaba perdido.
La sra. Lilia recibe una invitación de su hermana para participar en las reuniones de la Universal, comenzó a perseverar los domingos y a entregar su vida en las manos de Dios. Poco a poco ella notó la transformación dentro de su corazón, aprendió a perdonar y abandonar todo aquello que le hacía daño.
Hoy conquistó de nuevo su matrimonio en el cual existe paz, amor y la presencia de Dios.