La intolerancia en el matrimonio tiene que ver con la actitud de irrespeto; falta de perdón, ofensas agresivas y siempre haciendo ver al otro como culpable de los problemas; la mayoría de las veces la intolerancia desanima al compañero(a) y después de un tiempo pierde el interés en la relación, se separan emocionalmente y pueden llegar a separarse definitivamente.
La intolerancia se define como la falta de la habilidad o la voluntad de tolerar algo. Una mente inteligente es altamente tolerante. La intolerancia tiene su fundamento que es el egoísmo, el orgullo y la inmadurez de las personas, ya que una persona intolerante defiende sus puntos de vista en su visión subjetiva de las cosas, no reconoce errores y frecuentemente ataca emocionalmente a quienes no están de acuerdo con su posición.
La intolerancia es fuente enemiga en el Matrimonio y debe ser combatida a toda costa para lograr un Matrimonio saludable.
El egoísmo, el orgullo y la inmadurez son causa de la intolerancia, pero este problema se resuelve con un antídoto que es el amor, por que el amor es servicial y siempre esta en función del bienestar del conyugue.
Una actitud de humildad siempre esta dispuesta a reconocer errores, a pedir perdón y a perdonar; la actitud de humildad, no contiende, ni acusa, ni exige nada.
La palabra de Dios dice: Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, procurando mantener la unidad del Espíritu en el vinculo de la paz. (Efesios 4:2-3)
No importa si tienes la razón o no, dale siempre a tu conyugue una salida digna. Eso es tolerancia y amor.
Su matrimonio y su familia es el tesoro más valioso que Dios le ha dado CUÍDELO.