Debido a los problemas familiares y los males esprituales que tenía la señora Zenovia, comenzó a padecer de la salud.
“Tenía fuertes dolores de cabeza, dolores de estómago, dolores y artrosis. Esto me causaba mucho malestar y en realidad ya no sabía qué hacer ni a dónde ir, pues incluso en una búsqueda de un bienestar visité la brujería pero todo empeoró.
En medio de todo esto, con muchos problemas en la casa y con mi esposo, recibí la invitación para asistir a la Iglesia Universal. Al asistir me llamó mucho la atención el cariño con el cual fui recibida. Me hablaron de las cadenas de oración así que comencé a luchar por ser libre de esas dolencias y enfermedades que tenía en mi cuerpo.
Poco a poco vi como la manifestación del poder de Dios se aplicó en mi vida, el insomnio desapareció y con ello los dolores de cabeza, los dolores que tenía constantemente en el cuerpo desaparecieron. Ahora soy una mujer sana, libre y llena de tranquilidad. En mi hogar hay paz y existe una mejor relación familiar, gracias a Dios.