El hombre de Dios se preocupa con el crecimiento espiritual de su mujer. Él no piensa jamás que ella es una simple cocinera o lavandera, o que es solo la madre de sus hijos, una compañía o un objeto de placer.
La esposa representa para el hombre lo mismo que la Iglesia representa para el Señor Jesús. Ella necesita ser su otra mitad, su pierna izquierda o su cuerpo.
Por eso, él trabaja para que ella crezca espiritualmente junto a él; hace lo posible para que ella participe de todas sus luchas y victorias; cuida de ella como si fuera su propio cuerpo!
Es como el Espíritu Santo dice, por medio del apóstol Pablo: “Pues nadie odió jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como también Cristo a la iglesia…” (Efesios 5:29)
El hombre de Dios es inteligente y sabio, porque tiene el Espíritu de Dios en él. Entonces, si él crece espiritualmente solo, será como si su pierna derecha quedase más larga que la izquierda.
Él seguiría siendo un hombre de Dios, pero con una discapacidad física. Y ¿cómo podría correr hacia su meta? Por esto el hombre de Dios debe cuidar de su “pierna izquierda” con mucho cariño, para que no ande cojeando y sea motivo de risas para los hijos del diablo.
Es muy interesante de este articulo ya que enseña muchas cosas en la base espiritual lo importante del hombre cuidar de su esposa que representa la iglesia