Nosotros caminamos con dos piernas y estas dos representan la fe y la confianza. Necesitamos de la fe para vencer, para prevalecer en contra de mis enemigos y necesitamos de la confianza para creer. Pues nosotros somos probados y Dios quiere ver hasta qué punto usted quiere permanecer en la fe, vemos que la Biblia dice que al que venciere comerá del maná escondido, se sentará con Él, tendrá un nuevo nombre etc. Es decir, que este vencedor es aquel que permanente hasta el final que enfrentó persecuciones e injusticias y permaneció. Pues de nada sirve, creer en Dios durante 50 años y cuando me falte algunos días para irme con el Señor pierda la salvación, pierda la fe, entonces esos 50 años no valieron de nada.
Muchas personas logran durante un tiempo permanecer en la fe, pero a causa de los problemas no persevera y es allí donde realmente está el problema.
“No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa”. Hebreos 10:35-36
Quien confía y permanece en está confianza recibirá el galardón que es la salvación. Los seres humanos desean todo a su tiempo, a su forma, en su querer y las cosas no son así, se debe confiar y creer, pues recuerde que todo pasa y que nada es para siempre. Entonces lo que no puede pasar es nuestra fe, pues debemos seguir creyendo y del lado de Dios. Y si esto sucede usted tiene que evaluar como esta su fe. La biblia dice: “Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no agradará a mi alma”. Hebreos 10: 37-38
Vivir por la fe, es vivir esperando y confiando en Dios. Es depositar aquello en lo que usted cree en Dios. Si la persona retrocede, su alma no agradará a Dios, pues todos los que retroceden lo hacen para perdición. Observe que es la fe: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Hebreos 11:1
Allí está el secreto, lo que pasa es que la persona quiere ver y sino ve lo que le agrada piensa que todo está perdido. Y con Dios no funciona de esta manera, pues no importa lo que ve, lo que siente. Usted debe creer hasta el fin. Porque quien confía ve aquello que nadie está viendo y va hasta el fin.