Muchas personas buscan de Dios y acuden a una iglesia esperando cambiar de vida. Sin embargo a partir del momento que Dios les muestra a través de Su Palabra lo que deben hacer para lograr ese cambio de vida, dependerá de cada uno tomar o no, actitudes de fe que le llevarán a esa transformación de vida.
Somos nosotros mismos quienes determinamos alcanzar o no la grandeza de Dios en nuestra vida. Dios le muestra el camino y usted decide, escuchar la voz de Dios y obedecer.
Cuando Dios le pidió a Abraham que sacrificase a su hijo Isaac, no apenas Abraham tuvo fe para hacerlo, sino también el propio Isaac, pues tenía edad suficiente para huir o resistir a su padre el cual tenía como unos 112 años aproximadamente, pero él creyó en el Dios de su padre y permitió que su padre lo atara y lo pusiera sobre la piedra para que fuera sacrificado
—Por mí mismo he jurado, dice el Señor por cuanto has hecho esto y no me has rehusado a tu hijo, tu único hijo, de cierto te bendeciré y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo…” (Génesis 22:15-18).
La manifestación del poder de Dios, dependerá de la actitud de fe de cada uno. Observe que la actitud de fe de Abraham, hizo a Dios jurar por Él mismo que lo iría a bendecir, engrandecer y multiplicar su descendencia en la tierra.
Tome la decisión de cambiar de vida, escuche la voz de Dios y no dude en manifestar su fe, pues solo de esta forma Dios actuará grandemente en su vida. Que Dios les bendiga.