«Tenía una vida deplorable, depresión, tristeza,miseria, deudas, tenía una gastritis crónica, que había destrozado mi estómago,
En esta época, como no tenía mi propia casa, vivía con mi hija en un sótano oscuro que alquilaba, y por esto mi hija siempre estaba enferma. Por toda esta situación que vivía, me refugié en el alcohol pensando que así podría librarme de los problemas.
Un día, mi suegra me hizo una invitación, empecé a participar y algunos días después se presentó la Campaña de Israel, y decidí lanzarme, con todas mis fuerzas, en esta oportunidad. Hice mi sacrificio y mi vida empezó a cambiar. Conseguí un buen trabajo con beneficios muy buenos, fui sanada, mi estómago fue restaurado.
Seguí participando en las campañas, hoy tengo mi casa propia, mi camioneta, una vida económica estable y un matrimonio bendecido.» Sra. Lucy
