Los vicios, la infidelidad y la falta de amor, hicieron que esta pareja llevara una relación muy sufrida. Ellos no sabían ya qué hacer y se refugiaban en los vicios para sobrellevar la situación. Además de esto, el Sr. Edgar era un hombre enfermo, que prefería estar en la calle que en su hogar, pues le era infiel a su esposa.
En una oportunidad la Sra. Grisel decidió dejar de luchar y le pidió a su esposo que se fuera de la casa, cuando estaban a punto de separarse.
Al recibir la invitación para asistir a la Universal, la señora Grisel decidió asistir y buscar ayuda pues ya no quería esa vida que ella tenía. Poco a poco fue sanando sus heridas y fue libre de los vicios.
Empecé a luchar por mi matrimonio y poco a poco noté la diferencia, mi esposo al principio no quería asistir, hasta que entendió que sólo Dios podía transformar su vida. Participando él fue sanado, libre de los vicios, al igual que yo. Ya no tengo tristeza ni heridas que me dañen. Hoy tenemos una relación estable y bendecida, gracias a Dios.