“A mi hijo hace cuatro años le diagnosticaron cáncer y tenía tres tumores malignos; uno en la mandíbula y dos en el abdomen.
Recuerdo que fue un momento muy desesperante cuando escuché decir a la doctora que mi hijo tenía cáncer, de hecho ella me llamó a parte y me dijo que oráramos mucho por el niño porque a nivel médico no podían hacer más nada por él.
Le hicieron quimioterapia a ver si daba algún resultado, pero solo participando en las reuniones de la Universal, los días martes, y haciendo los propósitos mi hijo fue sanado, ahora él vive con salud”, nos dice la Sra. Felicia Ojeda.