Después de la separación de su esposa, el Sr. Justo, para quitar el dolor que sentía, empezó a ingerir bebidas alcohólicas, pero fue peor, pues él ya no lograba detenerse, introduciéndose así en este vicio. Llegó al punto de sufrir de nerviosismo, tener fuertes pesadillas y no poder dormir en las noches, también fumaba sin parar.
«Estos problemas me llevaron a buscar la solución en la brujería, donde me realizaron despojos, velados, etc., mi situación empeoraba, pues tomaba constantemente, lo hacía en las noches y en las madrugadas. En una noche de sufrimiento le pedí a Dios que me ayudará.
En una ocasión encontré un periódico de la Universal y me identifiqué tanto con los testimonios que aparecían ahí y que decidí participar.
Actualmente, estoy liberado de los vicios, ya no sufro de nerviosismo ni pesadillas, no tomo más licor. Soy realmente feliz«, finaliza el Sr. Justo.