Los obedientes serán salvos

obedientes

«Y decían a los montes y a las peñas: «Caed sobre nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero, porque el gran día de su ira ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie?” Apocalipsis 6:16-17

Muchas personas, que no dan la mas mínima atención a la Palabra de Dios, dicen: «No puedo creer que Dios, que es amor, permita que alguien vaya al infierno.»

¡La verdad es que ellas se olvidan que además de que Dios es amor, también es justicia! ¡Y Su justicia no puede permitir que prevalezca la injusticia! No se engañe, mi amigo, pues el Espíritu de Dios dice, por boca de su siervo Pablo:

«No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará, porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.» Gálatas 6:7-8

Por otra parte, el apóstol Juan es muy duro cuando se refiere al día de la ira del Cordero. Para aquellos que no creen en la ira de Dios, basta que analicen los hechos que preceden a la venida del Señor.

La apertura de los sellos muestra la ira de Dios hacia los que se mantienen rebeldes a Su Palabra, rebeldes a la salvación ofrecida por la gracia del Señor Jesús.

En la época de Noé, por ejemplo, la humanidad vivía totalmente indiferente al mensaje de salvación que predicaba. Veamos el relato bíblico:

«Vio el Señor que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos de su corazón sólo era de continuo el mal; y se arrepintió el Señor de haber hecho al hombre en la tierra, y le dolió en su corazón. Por eso dijo el Señor: «Borraré de la faz de la tierra a los hombres que he creado, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo, pues me arrepiento de haberlos hecho.» Pero Noé halló gracia ante los ojos del Señor.» Génesis 6:5-8

Dios no perdonó a la humanidad de la época de Noé, a causa de su maldad, y tampoco no perdonará a los impuros de esta época. ¡En los días que precederán a la venida del Señor, solamente los obedientes a la Palabra de Dios alcanzarán la misma gracia que alcanzó Noé ante Él!

Gracias a Dios que la novia del Señor Jesús – su Iglesia – no pasará por la experiencia del terror de ese día. Y los que, en ese momento, no están absolutamente seguros de su salvación, deben despertar a esto.

Todo lo que hay en el mundo es pasajero. Su colorido, sus vanidades, sus egoísmos, en fin, todo pasa y sólo aquellos que hicieron la voluntad del Señor permanecerán por la eternidad en la presencia de Dios.

¡Los otros pasarán toda la eternidad en un lugar donde el Señor Jesús dice que habrá lloro y el crujir de dientes!

Obispo Macedo

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