Consumir todo tipo de drogas llevaron al fondo del pozo al sr. Edgar, que nos comenta: “Me refugiaba en los vicios y mi adicción fue tanta que dejé mi casa y comencé a vivir en la calle, ya no me importaba nada ni nadie. Todo lo que conseguí y tenía lo gastaba en drogas, al verme sin dinero llegué a oler pega para saciar la adicción.
Realmente estaba perdido, cuando intentaba regresar a la casa, pasaba un día y me quedaba cuatro en la calle sin tener que comer por ese motivo hurgaba la basura, buscando restos de alimentos. No sabía qué hacer ni a donde ir, había perdido el valor.
La relación con mi familia era de rechazo, yo no encontraba paz y en búsqueda de ella visité los brujos pero todo empeoraba.
Un día vi la programación de la Universal, donde pidieron colocar un vaso con agua cerca del televisor. Así lo hice y estando ebrio no quise salir, me sentí tranquilo y me acosté a dormir.
Busqué la ayuda en el Tratamiento para la Cura de los Vicios y me di la oportunidad de ser feliz.
Gracias a Dios soy otra persona, pude recuperar a mi familia y abandoné todos los vicios, pues mi vida fue restaurada poco a poco y pude establecer mejor relación con mis hijos.
Hoy soy un hombre feliz, sin vicios, con paz, restaurado, con unión familiar e incluso reconocen el cambio que Dios ha hecho en mí”.
