Cuidado con las manías y actitudes que hacen de nosotras mujeres desagradables.
La lista es grande, pon atención, a veces estas cosas pasan desapercibidas.
Se pone irritada y nerviosa con mucha facilidad, no consigue dominarse.
Juzga a los demás, incluso antes de conocerlos.
Habla demasiado, sin pensar y no mide las consecuencias.
Habla mal de las personas por la espalda, le gusta criticar todo y a todos.
Se considera superior a los demás y hace que se sientan disminuidos.
Le encanta ser el centro de atención, nunca acepta estar por debajo.
Es chismosa, quiere saber todo, y le gusta escuchar las conversaciones ajenas para después ir contando lo que escuchó.
Es grosera en su manera de hablar, en sus gestos y hasta para contestar el teléfono.
Siempre se burla de los demás, se ríe de las personas aunque el asunto sea serio.
Siempre hace las cosas con segundas intenciones, ya sea para quedar bien con los demás o para recibir algún beneficio. No es sincera.
Es muy autoritaria, siempre quiere tener el dominio de la situación.
Es egoísta, todo debe ser de su manera, no importa la opinión de los demás.
Es malhumorada, siempre anda con la cara enfadada.
Es envidiosa. Tiene envidia de todo, ya sea del cabello, ropa, matrimonio, forma de ser, trabajos… ajenos.
Es curiosa. Procura estar informada de todo lo que pasa en la vida de los demás.
Es pejiguera, nunca está satisfecha con nada, siempre busca un motivo para recriminar a las personas.
“Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad.” Proverbios 16:32