“Hoy me siento una mujer feliz, prospera, con metas alcanzadas y con muchos sueños para seguir adelante, pero esto no siempre fue así.
Anteriormente mi vida a nivel económico estaba muy mal, me casé muy joven y no teníamos la madurez para enfrentar algunas situaciones, las puertas estaban cerradas y teníamos que vivir de favores de nuestra familia.
Me sentía desesperada, sin saber qué hacer ni a dónde ir, no tenía una casa propia para vivir y esto me hacía sentir frustada.
Participando en el Progreso Económico recibímos las herramientas necesarias para avanzar y tener nuestro propio negocio, las puertas fueron abiertas y poco a poco comenzamos a surgir. Somos independientes logramos proveer empleo a otras personas.
Hoy tenemos nuestra casa, nuestro carro cero kilometro, hay armonía y paz en medio de nosotros y logramos constatar que al que cree, todo le es posible.»