El peor castigo que alguien puede sufrir es ser ignorado. El hombre fue creado y se desarrolló para vivir en comunidad. Permanecer solo destruye no solo la mente, sino que también el cuerpo de cualquier persona. Por esto es tan importante tener la atención de alguien.
El hombre depende de algunas relaciones interpersonales en su día a día. Personas que le den la debida atención en determinadas situaciones: la madre aconseja su hijo, el esposo acaricia a su compañera, el funcionario que ayuda a su patrón, el amigo que conversa sobre el fútbol, etc.
Las personas construyen estas relaciones naturalmente, pero algunas veces ellas no son suficientes. Cuando alguien posee una carencia mayor que los demás, busca, generalmente, una manera de atraer más atención y, así, llenar el vacío. Cuanto mayor sea la necesidad emocional, mayor será la búsqueda de atención.
¿Pero hasta que punto es saludable buscar esta atención?
Atención superficial
A cada rato pasa por la calle un carro con su equipo de sonido súper potente tocando la música famosa del momento. Puede ser cualquier ritmo, la letra no es, en realidad, lo que importa. Lo importante es atraer las miradas.
Esta actitud, que muchas de las veces es inconsciente, busca la construcción de una relación que, sin duda alguna, será superficial. “Llamar la atención”, como se acostumbra decir, no es llenar permanentemente la carencia, es solo tapar temporalmente el vacío. Así que las miradas se desvíen para otro carro con un equipo de sonido más potente, el vacío regresará.
El psiquiatra José Ángelo Gaiarsa explica que la atención que no es espontánea, además de no ser real, esclaviza a la persona. “En realidad, cuando el gran publico lo aplaude, él está reforzando su papel de payaso o a su representación. Dicen:
-¡Oh! Este tipo es muy bueno en esto!
Y usted va a tener que hacer esto siempre, porque es lo que esperan que haga. Entonces no es una mirada de amigo, es una mirada de cobranza. Usted cree que está teniendo a algo que en realidad no está.”
Así, cuando la música del carro termina, la atención también termina.
Gaiarsa escribió 35 libros, muchos de los cuales fueron dedicados a la importancia de vivir en sociedad. Para él, la mirada del hombre es una mirada engañosa.
“Es difícil calcular cuantas cosas cada persona hace o cuanto gasta en accesorios para que los demás la miren con atención. Para que puedan “brillar”. ¿Y para qué estas locuras de carros lujosos, ropas carísimas, joyas absurdas? Es para decir:
-Mírenme, Mírenme, soy una vitrina de joyas!
Pero no sé si la persona está mirándome o mira a la vitrina de joyas. Si está mirándome o si mira al tremendo carro .”
Fue lo que sucedió con Cynthia Martell (foto a lado). Recordista de tatuajes en el Libro Guiness de Récords, con el 97% de su cuerpo cubierto por tatuajes, la mujer murió sin tener a nadie cerda de ella. Durante algún tiempo, el arte de su cuerpo fue motivo de varias manifestaciones, en favor y en contra. Pero en junio de 2011, ella falleció sin causar conmoción. Después de trabajar mucho para conquistar la atención de los demás, Cynthia falleció sola.
Esta ilusión de que están recibiendo la atención hace que algunas personas se pierdan en actitudes cada vez más desastrosas. Ellas reciben atención inmediata, construyen relaciones superficiales y, casi siempre, terminan solas.
Llenando el vacío
El vacío que ocasiona la falta de atención, necesita ser llenado. Cada persona tiene esta laguna de un tamaño distinto, pero todos necesitan ser llenados.
“Si nadie me mira, no sé quien soy. No sé que haré. Me quedo sin rumbo”, garantiza Gaiarsa. “Porque la esencia de la humanidad es la ligación cooperativa. Si no soy reconocido por lo menos por algunas personas, yo no me siento conectado a nada. Y un hombre aislado no sobrevive.”
Lo ideal, entonces, es que este vacío sea llenado por relaciones verdaderas. Aproximarse a personas, y principalmente a Alguien que le haga bien, tener pasatiempos de grupo, como la practica de deportes, para eliminar la sensación de ser innecesario, tener en qué y en Quién creer para que su vida tenga sentido.
Cuando este vacío es realmente llenado por Algo motivador, la sensación de inutilidad acaba y la persona gana aliento para dar saltos más grandes en la vida.
Porque estar sobre el palco puede parecer bueno durante un determinado momento, pero lo que realmente importa es Quien da soporte tras bastidores.