La sociedad le quiere imponer una etiqueta. Y tiene miles de ellas para elegir. Si usted, por ejemplo, nació en una familia pobre, ella quiere que usted crea que nunca podrá cambiar su condición económica. Si usted es gordo (a), ella le va a mostrar un patrón estético y hará con que usted crea que es feo (a) por no encajar en ese modelo. Y la sociedad llega al absurdo de querer imponer el fracaso, o no, dependiendo de su color, etnia o sexo, cosas imposibles de cambiar. Y la mala suerte a los que no se encajan en su patrón.
Por más absurdo que sea, hay millones de personas que todavía aceptan la etiqueta que la sociedad quiere imponerles. Se dejan llevar por ideas mentirosas durante toda la vida y no realizan sus sueños. Y eso dura hasta que conocen al Único que puede liberarlas de esa prisión: el Señor Jesús. “Él es especialista en quitar ese peso que la sociedad puso sobre nosotros, el peso que usted trae del medio donde vive. Él quiere romper eso y darle el titulo más ilustre de su familia”, afirmó el obispo Edson Costa, durante una reunión en el Templo de Salomón.
Elija usted mismo
Pero no es suficiente con creer en Dios u orar hasta que algo cambie. La transformación no depende solo de Él, sino de una indignación consciente, que lleva a la persona a no aceptar ni guiarse por las palabras de derrota. “Usted es quien debe elegir una etiqueta. Ni la sociedad, ni nadie, usted debe decirse a sí mismo, a partir de hoy: “Mi nombre es vencedor, superación, campeón”, resalta el obispo.
Aliando esta actitud a la fe en la Palabra de Dios, el éxito comienza a formarse dentro de usted y, perseverando, no tarda mucho en aparecer en el exterior.
Participe en las reuniones del Progreso Económico, que se realizan los lunes a las 7 a. m., 10 a. m., 12 m., 3 p. m., y especialmente a las 7 p. m., en la Universal de Boulevard de Sabana Grande diagonal a la estación del metro Chacaíto.
