El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso el miércoles una nueva prohibición sobre armas de asalto y revisiones de antecedentes más estrictas para los compradores de armas, en un paquete de propuestas para reducir la violencia armada tras la matanza de 20 niños y seis adultos en una escuela de Connecticut el mes pasado.
Obama dio a conocer un amplio plan de acciones ejecutivas y legislativas para controlar la violencia con armas de fuego y planteó un feroz enfrentamiento con los grupos de presión estadounidenses y quienes los respaldan en el Congreso, que se espera que se resistan a las medidas que ven como un atropello a sus derechos a portar armas, informó Reuters.
Se trata del mayor impulso al control de armas en décadas.
El mandatario presentó su agenda en la Casa Blanca, en un evento al que asistieron familiares de algunos de los 20 niños de primer grado que fueron asesinados en la escuela primaria Sandy Hook el 14 de diciembre.
«No podemos postergar más esto», dijo Obama, comprometiéndose a usar «todo el peso de su cargo» para convertir sus propuestas en realidad. «El Congreso debe actuar rápido», agregó el presidente.
Hasta ahora, Obama había hecho poco por controlar la cultura de las armas en Estados Unidos. Pero a sólo días de comenzar su segundo mandato, parece decidido a defender el control de armas con un esfuerzo concertado por promulgar leyes más estrictas y otras medidas par a evitar nuevas masacres como la de Newtown.
Las propuestas surgieron tras una revisión liderada durante un mes por el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, quien entregó sus recomendaciones a Obama luego de una serie de reuniones con representantes de las industrias de las armas y del entretenimiento efectuadas a pedido del presidente.
El plan presentado por Obama pide al Congreso que renueve una prohibición a la venta de armas de asalto tras su expiración en el 2004, que se establezca un control de los antecedentes penales de todos los compradores, y solicita una nueva ley federal sobre tráfico de armas, que muchos alcaldes consideran vital para mantener las armas alejadas de las calles.
El presidente también anunció 23 medidas que pretende tomar inmediatamente sin aprobación del Congreso. Entre ellas, mejorar el sistema existente de control de antecedentes, levantar la veda a la investigación federal sobre violencia armada, poner más asesores en las escuelas y mejorar el acceso a servicios de salud mental.
Fuente: El Universal