“Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del Señor; y el Señor los entregó en mano de Madián por siete años. Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados.
Pues sucedía que cuando Israel había sembrado, subían los madianitas y amalecitas y los hijos del oriente contra ellos; subían y los atacaban.
Y acampando contra ellos destruían los frutos de la tierra, hasta llegar a Gaza; y no dejaban qué comer en Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. Porque subían ellos y sus ganados, y venían con sus tiendas en grande multitud como langostas; ellos y sus camellos eran innumerables; así venían a la tierra para devastarla. De este modo empobrecía Israel en gran manera por causa de Madián; y los hijos de Israel clamaron al Señor”. Jueces 6:1-7
Entonces rompieron la alianza que ellos tenían con Dios y por causa de esto los enemigos prevalecieron. Todo lo que ellos hacían no le salía bien, por causa de haber roto esta alianza y estaban a su propia suerte.
Vemos como en los días de hoy muchos se preguntan ¿por qué mi vida esta así?. Ellos vivían escondidos por causa de la situación, hasta que clamaron y Dios se les apareció y le mostró lo que debían hacer.
Nosotros fuimos creados por Dios para adorarlo y rendirle honor, para que a través de nosotros Él pueda ser visto y glorificado y lamentablemente miramos la vida de muchos y hay miseria, sufrimiento y destrucción, porque la alianza se rompió.
“Y vino el ángel del Señor, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas. Y el ángel del Señor se le apareció, y le dijo: el Señor está contigo, varón esforzado y valiente.
Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó el Señor de Egipto? Y ahora el Señor nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?.
Aconteció que la misma noche le dijo el Señor: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él; y edifica altar al Señor tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado.” Jueces 6:11-13 y 25-26
Gedeón le cobró a Dios a través de la indignación aquello que no se había cumplido en su vida. Ésta es la indignación que cada uno de nosotros debe tener para que exista un cambio de situación. Gedeón obedeció porque quería un cambio de vida. Aquel que quiere un cambio de vida obedece y va adelante, depositando las esperanzas en aquel que puede traer la solución.